Todas las grandes tradiciones espirituales del planeta, tradiciones que han superado la barrera del tiempo, que han perdurado por miles de años, resaltan la importancia de pararse y escuchar. De dejar de hacer y simplemente ser. De encontrar la sabiduría profunda que existe en el interior de todos nosotros. De conectar con la fuente. Y todas ellas ofrecen técnicas y formas, acordes a la visión de cada tradición, de llegar ahí. “Regresar al uno” diría un taoísta, “Entrar en comunión con Dios (Debekut)” diría un kabalista, experimentar “Rigpa-la verdadera naturaleza” diría un dzogchenpa, el estado Búdico, experimentar la Unión de Shiva y Shakti, un tántrico….
En el mundo actual andamos todos corriendo de un lado a otro, de una actividad a otra, sin tiempo, sin aliento, sin parar, sin sentir, en una palabra: sin vivir. En una cultura que quiere que seamos consumidores, o espectadores, necesitamos despertar y encontrar la forma de ser creadores de nuestra vida. Por lo que esta necesidad de parar y mirarte, no solo es totalmente valida, sino absolutamente necesaria en la vida moderna.
Todo tiene un ritmo de contracción y expansión, cuando los niños se vuelven demasiado ruidosos, se les da tiempo de recreo. que es en última instancia la necesaria expansión tras tanto tiempo de exigente concentración, es necesario para que los niños no estallen y se calmen, vuelvan a conectar con su ser (a través del juego) y se conecten con el momento presente.
Aunque los horarios laborales sean menos comprensivos, los adultos también necesitan esos periodos de expansión y reconexión con nuestro ser. La mayoría de las personas se mueven tan rápidamente a través de días de ritmo rápido, de fechas límite, que a menudo descuidan su propia salud y bienestar. Para ayudar a reducir la velocidad, volver a conectarse con uno mismo, tomar decisiones más conscientes, volver a disfrutar del Juego de la Vida

El objetivo de la meditación es observar y permitir, es vivir el momento presente con presencia, dándote cuenta. Y en ese proceso el incesante parloteo de la mente se va a calmar, las emociones se van a “destaponar” y fluir, los miedos se diluyen, y poco a poco, la calma se instala en ti.
Es comprender que todo está hecho de conciencia y energía, en formas diferentes, ya sean pensamientos, emociones, creencias, objetos, …. Es comprender que todo
en la vida llega, cambia y se va, pensamientos, sentimientos, personas, objetos, …Es comprender y realizar que “tu” eres una presencia inmutable o “yo” permanente que observa todos esos “yoes” cambiantes, como por ejemplo, yo me siento bien, yo me siento mal, me gustas, no me gustas, …. Es comprender la necesidad de desaprender porque todo lo que crees saber de ti, viene de fuera, y necesitas soltarlo y dejarlo ir, para que pueda aparecer lo auténtico, y surge la unión con el “Yo” subyacente de todo, el Tao, Shiva, Dios, …
La meditación es la puerta al interior del ser humano, la gran aventura interna comienza con la meditación. Esta es la puerta de entrada a los parajes secretos de tu mundo interno. Es el método que te lleva al contacto con tu propia fuente de vida. Y quien la practique de forma adecuada y constante comenzará esa aventura realizando un viaje apasionante a través de la conciencia, de si mismo y del Universo sin ni siquiera moverse de la silla.
La palabra meditación podemos rastrearla hasta el sánscrito que sería “dhyana” y que correspondería a unión, o concentración de unión, una unidad.
Podríamos entenderlo como dejar de estar disgregados y dispersos y volver a ser uno, o también la manera de regresar al uno, a la fuente.

¿Cómo comenzar a meditar?.
Comenzar a meditar necesita un proceso gradual de concentración, de retirar la atención de lo exterior y volverla a lo interno, de desidentificarnos con los contenidos de la mente. Si nunca has meditado o cuando lo has intentado tu mente está como loca y has dicho «¡¡Esto no es parea mí!!». Te recomiendo que pruebes el «Reto de Meditación de 12 Semanas», un proceso diseñado para introducir el hábito de la meditación en tu vida desde cero, y de forma gradual, experimentando una técnica diferente cada semana avanzar en este hermoso camino, el camino del silencio.